La profecía de la web sobrecargada.


Hace más de cuatro años escribí un artículo en el que hablaba acerca de lo frustrante que era el navegar por la web ante lo ridículamente pesadas que eran (y siguen siendo) algunas páginas.

Debo decir que mucho de lo que comentaba en ese entonces sigue siendo una realidad. Cookies, scripts, anuncios y trackers siguen siendo el pan nuestro de cada día®.

Cambios sutiles, problemas persistentes.

Ciertamente, algunas cosas han cambiado. Algunas tecnologías web murieron, lo cual forzó a que algunos desarrolladores tuvieran que buscar maneras más “creativas” de sobrecargar sus páginas.

La analogía del refrigerador se aplica en mucho menor escala. Para quienes no lo recuerden, imaginemos que abrimos el refrigerador queriendo tomar un poco de jugo, y al momento de elegir, terminábamos agarrando un huevo o golpeando una gelatina. Eso era una equivalencia al tortuoso contenido dinámico. Bueno, pues ya no aplica con la misma fuerza.

Varias de esas páginas que hacían una tortura el clickear o visualizar un contenido han reculado un poco. Y aún cuando siguen siendo pesadas para la RAM que consume tu navegador, al menos ahora muestran el contenido sin tantas vueltas.

Pero no todo ha mejorado. Hay ciertas prácticas que se han normalizado peligrosamente.

Muchos sitios de noticias permiten el acceso a sus artículos a cambio solamente de aceptar cookies y ser rastreado.

Algunos otros limitan la lectura a uno o dos artículos antes de forzarte a pagar una suscripción.

En resumen, si deseas leer el contenido en estos días, casi siempre tendrás que:

  1. Pagar para quitar los elementos que harán insufrible la navegación por la web.
  2. Pagar para tener acceso al contenido mismo.

Estos muros de pago, hacen difícil el acceso a los sitios de noticias.

Y eso que no he hablado de otro fenómeno igual de molesto.

El clickbait y la banalización del contenido.

Existen sitios donde, aunque el contenido es gratuito, éste se encuentra sepultado entre capas y capas de anuncios, frases innecesariamente redundantes y párrafos inflados. Artículos que se extienden innecesariamente para justificar un título atractivo. El clickbait, que es un cáncer para la navegación web.

¿Por qué ha cambiado para mal ésta situación en todo este tiempo? Principalmente por apatía.

La dictadura del móvil y la indiferencia general.

La mayoría de los sitios web mencionados anteriormente están optimizados para móviles. Y la gente que los visita, simple y sencillamente no sufre lo mismo que se sufre al navegar una PC.

Parece que los desarrolladores solo piensan en aquellos usuarios que navegan desde una pantalla táctil. El usuario de computadora (entre los que me incluyo) es el que tiene que sufrir las consecuencias de sus malas decisiones de desarrollo.

Siento que sigo peleando una guerra que está perdida, porque a la mayoría de la gente de a pié ni siquiera le importa que le estén dando sitios web desarrollados de forma mediocre.

Como si fuera poco, entra en escena el contenido desarrollado por Inteligencia Artificial. Contenido que podría ser brillante si alguien lo revisara, curara y corrigiera. Pero no. Muchos sitios simplemente copian y pegan sin consultar los posibles errores que puede haber en un texto, imagen o vídeo generado por IA.

No me parece que la Inteligancia Artificial sea un problema. El uso descuidado que se le da, impulsado por la urgencia de publicar rápido y barato sí que lo es.

El problema de la web actual va más allá de las tecnologías que la hacen pesada, de las ideologías extremas que se vierten sobre ella.

La web no está rota solo por su peso o diseño mediocre. La web está rota por las decisiones que la sostienen:

Y aunque sigo recomendando la construcción de páginas simples que no requieran un esfuerzo descomunal de memoria y recursos de CPU, con HTML, CSS y JavaScript básico, ya no solo se trata de qué herramientas se utilizan, sino de para qué y cómo se usan.

Me es difícil cerrar este texto con una frase optimista.

Esta situación me genera la misma apatía que ha hecho que al resto de la gente no le importe el estado de la web actual. Solo me queda instar, aunque tal vez sea en vano, a que quienes publican contenido dejen de hacerlo solo por los clicks y los likes.

Si bien algunas cosas mejoran, otras simplemente empeoran mucho más.

Publicado por Vim y LATEX en español el 29 de Mayo de 2025.

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